Pocos podrán decir que no han
tenido el corazón en un puño al cruzarse con un animal mientras conducían en
carretera, y otros muchos habrán tenido que lamentar colisiones que habrán
lastimado su vehículo.
Según algunas asociaciones de
automóviles, en España se registraron en 2010 más de 16.000 accidentes de
tráfico provocados por el impacto de vehículos contra animales en la calzada. Por
eso, lo más recomendable es consultar esta cuestión a la hora de contratar la
póliza de tu vehículo. De hecho, te recomendamos que le prestes especial
atención especialmente si vives en zonas de montaña o circulas habitualmente
por carreteras que tienen un alto riesgo de paso de animales. Como verás a continuación, lo mejor para
asegurarte de que no tendrás que hacer frente a los daños ocasionados en un
choque contra un animal es contratar tu póliza de autos a todo riesgo.
¿Cuáles son los supuestos que
tenemos que tener en cuenta si nuestro vehículo colisiona con un animal? Lo primero que hay que hacer es avisar a la
Policía o Guardia Civil para realizar un atestado que deberás presentar a tu
aseguradora para que haya constancia verídica del siniestro. Obviamente,
también deberás saber que en el caso de que hayas infringido las normas de
circulación, las autoridades dejarán constancia de ello, así que te
aconsejamos, como en otras ocasiones, que cumplas con la señalización pertinente
para evitar sustos adicionales.
Pero tanto o más importante que haber
realizado el atestado es saber si el
animal con el que nos hemos topado es una especie cinegética o no (que son
aquellos cuya caza está permitida como conejos, libres o jabalíes). Si es así, pediremos responsabilidades al titular del
coto privado de caza del que haya escapado el animal, y sabiendo que el
accidente ha tenido lugar en horario de práctica de este deporte, como bien
pueda ser un domingo por la mañana. Debemos saber que en muchos casos, y si no
ha tenido lugar en horario de caza, el coto puede eximirse de responsabilidad, la
misma que podrá exigirse cuando el animal sea una especie no cinegética y esté
identificado: podremos acudir al dueño particular de éste. El problema viene
cuando, en este mismo tipo de animal, el dueño no está identificado. En este
caso, difícilmente se reclama y es muy complicado buscar una responsabilidad. Conociendo
todas estas hipotéticas situaciones, lo que hay que deducir es que si hemos
contratado un seguro a terceros, nuestra compañía necesitará a alguien a quien
reclamar que se haga responsable de los daños ocasionados. El problema llega
cuando no los hay.
Hay otro caso a tener en cuenta más allá de las carreteras secundarias: si el accidente ocurre en autovías o autopistas, se pueden buscar responsabilidades en Fomento o en la empresa propietaria, aunque normalmente estos procesos son muy farragosos y suelen demorarse durante un periodo muy largo en el tiempo.
Con todo ello, desde López Torrijos y Montalvá te recomendamos que circules siempre respetando la normativa vial y siempre atenuando la velocidad si localizas a un animal en la calzada. Si el accidente ha sido inevitable, lo mejor y más recomendable es que contratemos un seguro a todo riesgo con el que puedan cubrirse todos los daños ocasionados en el siniestro.
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