A nadie se le escapa que la situación económica actual en
España dista mucho de ser todo lo estable o boyante que podía ser antes de que
estallase la famosa “burbuja inmobiliaria”, allá por 2007 y 2008. Ante tal
tesitura, ¿cómo asegurar nuestro futuro económico para cuando llegue nuestro
retiro laboral? ¿Es arriesgado pensar que solamente con nuestras aportaciones a
la Seguridad Social podremos vivir sin problemas? Hay que replantearnos y
reflexionar sobre la situación macroeconómica sabiendo que en nuestro país se
está reduciendo cada vez más el número de personas que cotizan a la Seguridad
Social, con el riesgo que eso significa para nuestra futura pensión. Así, la
solución pasa por contratar un plan de pensiones.
De esta manera, cabe preguntarse: ¿qué tienen de importancia
estas tres palabras que cada vez escuchamos día a tras día en boca de
economistas y expertos a través de los medios de comunicación? La trascendencia
de los planes de pensiones es que son un producto financiero que proporciona
unas excelentes ventajas fiscales y que además aseguran una rentabilidad
adicional cuando se produzca la retirada del capital. Es decir, a través de un
plan de pensiones, podremos conseguir un excelente método de ahorro a largo
plazo. Lo que la asegura una mayor envergadura es saber que son un complemento
a la pensión que recibiremos a través de la Seguridad Social, por lo que poner
en marcha un plan de pensiones privado es algo que es totalmente voluntario y
subjetivo que puede suponer un alto ingreso adicional.
Otros pensarán que se trata de un nuevo invento de entidades
e instituciones para conseguir captar capital. Nada más lejos de la realidad:
es un producto que casi siempre garantiza una rentabilidad sobre la inversión
que se ha depositado a través de aportaciones voluntarias. Es una manera de
buscar seguridad para nosotros y para nuestros hijos, ya que siempre podremos
recibir rentas en situaciones de jubilación, viudedad, orfandad, entre otras
fijadas por la ley.
Lo que sí debemos de tener en cuenta es que aunque hayamos
depositado este dinero, no podremos disponer de él cuando nos parezca oportuno.
Siendo el momento de la jubilación el instante en el que se nos dará luz verde
para disponer de este dinero, sería sólo en condiciones de invalidez de larga
duración o de fallecimiento cuando podamos acceder a él. Hay otras excepciones,
porque desde 2009, la inversión puede recuperarse en caso de estar en el paro.
También, y según la nueva ley hipotecaria, se puede disponer del dinero en el
caso de que el afectado se enfrente a una situación de desahucio o ejecución
hipotecaria.
Por otra parte, es importante que conozcamos que todas las
entidades gestoras siempre cobrarán una comisión cada vez que optemos por
formalizar un plan de pensiones, por lo que siempre habrá una cantidad que se
cobrará por gestionar estos depósitos.
En lo que se refiere al régimen de gravamen, siempre
dependerá de los respectivos ingresos. Así, en el caso de las personas con
menos de 50 años pueden deducirse del IRPF hasta 10.000 euros del total que
hayan aportado o también hay limitaciones en cuanto a que no pueden superarse
el 30% de los ingresos totales. En las personas mayores de 50 años, la cantidad
estipulada se eleva hasta los 12.500 euros. También el límite de reducción está
en el 30% del conjunto total de rendimientos del trabajo. Una vez se recupere
el plan de pensiones, éste estaría sujeto al IRPF como renta de trabajo.
En este contexto, López Torrijos & Montalvá apuestan por
poder brindar este tipo de producto en unas excelentes condiciones para el
partícipe. Son cada vez más el número de españoles que confían en la gestión de
las aseguradoras para garantizar su ahorro futuro. De hecho, y según las
estimaciones de algunos diarios nacionales, la tasa interanual del ahorro a
través de las aseguradoras ha crecido un 4,56% en España desde junio de 2012.
¿A qué esperas para informarte sobre nuestros productos de
planes de pensiones?
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