La historia del sector asegurador también
va unida a las de muchos de los grandes acontecimientos de la historia de
la humanidad, y en este caso, el hundimiento del Titanic no fue una excepción.
Allianz, una de las aseguradoras más
reconocidas a nivel mundial, tuvo en el
hundimiento de este transatlántico una de las fechas que marcaron el
devenir de su historia como empresa. El Titanic se sumergió en las profundidades del mar
el 14 de abril de 1912, y con él fallecieron 1.517 personas, el 68% de los pasajeros que viajaban a bordo,
que sumaban 2.223 personas en total.
Allianz tuvo que desembolsar 700.000 marcos
(el equivalente a 350.000 euros de hoy) para indemnizar a las víctimas (familiares y supervivientes), una
cantidad muy pequeña comparada con otras aseguradoras que sí que se hicieron
cargo de un porcentaje más alto de la protección del enorme buque, que se había
denominado también como “el insumergible”. Los
daños a los que tuvieron que hacer frente todas las aseguradoras ascendieron a
25 millones de euros, aunque la inmensa mayoría de los daños fueron
cubiertos por aseguradoras de origen británico.
Ya
van a cumplirse 103 de esta catástrofe, que se confirmó como uno de los mayores
desastres marítimos de la historia. Supuso
un grave perjuicio económico para el sector asegurador de la época,
especialmente por la falta de costumbre de tener que hacer frente a desastres
de un calibre de esta magnitud.
Además del Titanic,
la historia de esta aseguradora alemana nacida en 1890 también está muy unida a
la de otra catástrofe: el gran terremoto de San Francisco (EEUU) en 1906, que
se confirmó como el primer gran desastre con el que la compañía alemana tuvo que
indemnizar a las víctimas.
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