El Pive 6 no ha podido tener
mejor final posible, gracias al “efecto psicológico” que ha supuesto el
agotamiento de los fondos, hecho que ha conseguido
impulsar las ventas de automóviles más de un 26% durante el pasado mes de
octubre. De esta manera, los datos globales para lo que llevamos de año no
pueden ser más esperanzadores: más de 716.000 ventas. Además, la última edición
de las ayudas públicas a este sector ha
conseguido sacar de las calles españolas más de 175.000 vehículos que tenían
una antigüedad superior a los 10 años, lo que supone un beneficio todavía
mayor en términos de ahorro energético, contaminación y de renovación del parque
automovilístico español.
Aún así,
desde la patronal de automóviles todavía se muestran cautelosos de cara
a los meses de noviembre y diciembre ante el retraso de la entrada en vigor del Pive 7. La principal razón es que un efecto
de desánimo y espera en los consumidores puede hundir las ventas en una época
fundamental de cara al cierre del ejercicio anual.
Por eso, y según hemos podido
saber desde López Torrijos y Montalvá, algunas
marcas ya están intentando amortiguar un posible revés en las ventas asumiendo ellas mismas el descuento que supondría el Pive en su
totalidad. Mientras que la rebaja media de 2.000 euros se dividía a
partes iguales entre el estado y el fabricante, ahora será éste último el que asuma todo el coste, por lo menos hasta
que se pongan en marcha los nuevos fondos.
Es esta incertidumbre sobre la
llegada de las ayudas la que tiene en vilo al sector, como demuestran las
declaraciones que se han emitido desde la patronal en el último comunicado de prensa. Según explicó en una nota el pasado lunes David Barrientos, director de comunicación de ANFAC (Asociación
Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), estos buenos resultados de 2014 hacen todavía más necesaria “la
continuidad de los Planes PIVE para mantener la solidez de la demanda interna”.
Por su parte, Juan Antonio Sánchez Torres, presidente de GANVAM (Asociación
Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor), ha hecho alusión a la necesidad
de la llegada de nuevas ayudas para evitar que esta “inercia positiva” se vea paralizada y, por lo tanto, no se pueda
alcanzar al “objetivo propuesto de las 850.000 unidades” a final de año.
Desde López Torrijos y Montalvá, nos sumamos a la petición, como hemos hecho
en otras ocasiones, a que el gobierno impulse cuanto antes estas nuevas ayudas
que sigan ayudando y revitalizando a un sector trascendental para la economía española. La venta de
vehículos en nuestro país se ha convertido en uno de nuestros principales baluartes,
sobre todo como sector garante de empleo de calidad (directo e indirecto) y también
como elemento de mejora para la “marca España”, que ha visto como en el último
año la incesante actividad de sus fábricas han aupado a nuestro país como
noveno fabricante mundial de automóviles.