Más de 700 millones de euros en
compensaciones a los familiares de las víctimas del MH17. Es la cifra prevista
a la que podría tener que hacer frente entre Malaysia Airlines, Allianz y Altrium
tras el derribo la pasada semana del avión de la compañía asiática y con la que el sector asegurador acarreará con la
responsabilidad de las indemnizaciones pertinentes tras la catástrofe.
Todavía habría que conocer los datos de la
investigación que se lleve a cabo para precisar más responsabilidades sobre
el accidente que permitan conocer el importe definitivo que se deberá
desembolsar a los familiares de las 298 víctimas. Lo que sí que está confirmado
es que Malasyan Airlines tenía contratada una póliza que se refería
concretamente a un atentado o a un caso de guerra, por lo que había que ver
cómo se aplica esta cláusula que serviría de precedente en la historia de
la aviación civil. Para empezar, Allianz
ya se habría hecho cargo en un primer momento de cubrir el coste de la aeronave
siniestrada, de unos 81 millones de euros.
Las dos compañías no deberán
hacerse cargo de las indemnizaciones previstas por el Convenio de Montreal
(normativa internacional), que regula los derechos de los pasajeros en
cualquier tipo de vuelo a nivel internacional. Una vez que concluyan las
investigaciones, la cantidad establecida por esta normativa (125.000 euros)
correrá a cargo de la aerolínea. En cualquier caso, Malaysia Airlines ya ha
hecho un primer pago de 5.000 dólares por pasajero para empezar a cubrir los
primeros gastos.
Se
estima que las indemnizaciones por
víctima podrían ascender hasta los 556.000 euros, lo que podría acarrear el
pago de hasta 185 millones de euros a los familiares de los pasajeros. Todo
este baile de cifras también se
incrementará por las pólizas particulares que tuvieran contratadas las víctimas,
además de que es posible que también se exijan pagos adicionales por las
consecuencias económicas y personales que tendrá el accidente para los
familiares afectados.
El suceso también podría tener
repercusiones el mercado de los Seguros a nivel global y la contratación de
pólizas específicas para el sector aeronáutico, poco afectado por la
prácticamente nula existencia de siniestros de este tipo en la última década.
Las excepciones más destacadas ya las conocéis: el avión de Air France que
volaba de Río de Janeiro a Brasil en 2009 o el avión de Malaysia Airlines que
desapareció en el Índico el pasado mes de marzo.
En
todo este contexto, el papel del sector
asegurador tras una tragedia de estas magnitudes vuelve a emerger como uno de
los más trascendentales de la economía mundial y con una responsabilidad de
vital importancia para (al menos) intentar paliar económicamente las consecuencias
de este siniestro.
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